Un espacio seguro donde niños y niñas pueden expresarse libremente, fortalecer su autoestima y descubrir el poder transformador del arte.
Yo también fui esa niña que encontró en el dibujo una forma de decir lo que no podía explicar con palabras. Una hoja, un lápiz, un trazo libre. Así comencé a contar mi historia. Hoy, en el Taller de Dibujo del Espacio Rukamalon, acompaño a niños y niñas que también necesitan ese lugar donde no existen los errores, ni las correcciones, solo espacio para ser.
El dibujo, más allá de lo artístico, tiene un valor pedagógico profundo: desarrolla la autonomía, fortalece la autoestima, estimula el pensamiento creativo y entrega herramientas emocionales valiosas. En lo social, es una vía para compartir, reconocer al otro y generar vínculos basados en la empatía.
Como mostramos en nuestro video, aquí no se enseña a dibujar “bien”, sino a confiar en la expresión propia. Porque muchas veces, los trazos más simples contienen los relatos más significativos. En Rukamalon dibujamos para entendernos, para sanar, para resistir con ternura. Y también para imaginar otros mundos posibles.
Si este relato te hace sentido, y crees que tu hijo o hija podría beneficiarse de un espacio así, te invitamos a que vivan una clase de prueba. Es una oportunidad para conocer el taller desde dentro, compartir la experiencia y descubrir si este puede ser también un lugar seguro y creativo para ustedes.