Cuando pensamos en nuestra infancia, no solemos recordar las listas de multiplicaciones ni las fechas de historia. Recordamos las canciones que cantábamos a gritos, los juegos que nos hicieron reír hasta el cansancio y todas esas cosas que aprendimos mientras jugábamos sin darnos cuenta. Esos momentos no solo nos divertían: también moldeaban nuestra creatividad, nuestra imaginación y la forma en que entendíamos el mundo.
Con el tiempo entendemos algo más profundo aún: hubo adultos que nos acompañaron en ese proceso. Familias, profes, talleristas… personas que supieron ver nuestro brillo, que nos impulsaron a crear, a probar, a equivocarnos y volver a intentarlo. Y cuando tenemos hijos, sobrinos o estudiantes, naturalmente queremos ofrecerles lo mismo: espacios donde se sientan seguros, motivados y libres para explorar.
En Rukamalón esa es nuestra base. Cada taller —ya sea de música, dibujo, danza o manga— se construye desde lo lúdico y lo artístico, pero también desde lo pedagógico. No se trata solo de aprender una técnica, sino de descubrir que el arte nos ordena, nos expresa, nos calma, nos reta y nos conecta con otros. Y cuando vemos a los niños crear, reír, equivocarse y volver a intentar… entendemos que ese es el verdadero aprendizaje.
Ahora bien, también sabemos que llega diciembre, luego enero, y ocurre ese clásico desequilibrio familiar: los niños tienen tiempo, energía y ganas de jugar; los adultos, en cambio, seguimos con trabajo, trámites y responsabilidades que no se detienen. Y ahí aparece una pregunta inevitable:
¿Qué hacemos durante esas semanas en que ellos están de vacaciones y tú necesitas seguir funcionando?
Si has visto lo que hacemos en nuestros talleres habituales, ya tienes una pequeña ventana hacia lo que son nuestros campamentos de verano: mañanas llenas de arte, juego, creación y compañía profesional. Un espacio donde tus hijos no solo estarán entretenidos, sino realmente comprometidos con actividades significativas que nutren su creatividad y su autonomía.
Y al mismo tiempo, tú podrás avanzar en tus tareas con tranquilidad, sabiendo que están en un lugar seguro, cuidado y estimulante.
Porque sí, los campamentos son una alternativa de apoyo práctico para las familias, pero también son una oportunidad para regalarles a los niños un verano lleno de sentido. Un verano que recordarán por las canciones, las risas, los amigos y todo eso que aprenderán sin siquiera darse cuenta.
Más info sobre el campamento de verano: https://rkmln.cl/campamento-artistico-verano-2026/